AhOrA mAs QuE nUnCa

Cabeza abajo, frustración, impotencia, derrota???; NO con un rotundo NO. Muchos pero muchas veces las supuestas derrotas y las derrotas de verdad fortalecieron al movimiento popular que terminaron en momentos de revolución, si en revolución no en un enfrentamiento sin sentido, no en una revuelta que mantenga un poder constituido, no en situaciones que terminen en una mesa de dialogo y por lo tanto al final nada cambie, al final el momento decisivo hace o por lo menos encuentra en sus estructuras mas fuertes que se remuevan los cimientos y cambien aspectos decisivos de la sociedad, ahora los cambios están planteados o las asumimos dialogando, o las asumimos imponiendo.
Estos hechos que a veces se miran como triunfos o como derrotas son momentos que no definen el desarrollo histórico de una sociedad, y se piensa que lo hacen en el simple hecho de darle fecha y darle el nombre, el hecho histórico y es necesario mirarlo de esa forma se constituye en momentos históricos que se van desarrollando de acuerdo a la dinámica de la lucha social, porque su contradicción es elemental para el desarrollo histórico. Esto puede hacerse también para una revolución burguesa como la autonómica, pero lo que no se entiende (que a pesar del análisis sirve también para ellos) sobre todo es para darle al pueblo, a la clase oprimida las armas suficientes (en niveles de análisis para su defensa y eso siempre es una victoria.
Lo que paso con el referéndum autonómico, es elevar los niveles de confrontación y por lo tanto las contradicción se van encontrando en espacios que a veces no queremos, lo que falta discernir es mirar los niveles objetivos y subjetivos que posibilitan llegar a una verdadera confrontación (que dolerá a millones), y cuando eso ocurra la dirigencia nacional será un poste que mirará el rebalse de su rio pasándole por encima y nadie podrá detenerla, y es ahí en ese preciso momento que los espacios brindados para el dialogo serán un recuerdo y un lamento que no se supo asimilar en su momento, y después y solo después llega el momento de arrepentimiento de la dirigencia, porque el pueblo no tendrá el tiempo de tener sentimientos que se los habían negado en su oportunidad.
Ahora mas que nunca y por ahora esta en las manos de la dirigencia DIALOGAR, porque si no hablamos no nos superamos, y si no nos superamos no merecemos un estado plurinacional o por lo menos nacional, y eso si o si es acabar con esta sociedad.